Me han preguntado varias veces cual es mi película preferida, y en cada ocasión intento responder, pero cada vez como la anterior, no lo logro. Preguntarme ¿cuál es mi película preferida? es como preguntarme ¿quién soy yo?, otra pregunta a la que no le encuentro solución. Yo no puedo definirme en una sola palabra, ya que me considero la reunión de mil cosas; lo que me gusta, lo que me apasiona o tan solo lo que disfruto, muchas veces lo que hago y lo que no. Igualmente sucede con mi fascinación por el cine, he visto tantas películas que no podría elegir la que más me gusta. Sobre todo porque cada una de ellas produce en mí un efecto diferente, una reunión de emociones y sensaciones plasmadas en una historia que sea buena o mala fue hecha para transmitir un mensaje. Por eso elegí el cine como la manera de plasmar parte de lo que soy, una historia sin mucha historia, un cuento sin protagonistas ni escenarios, una que vive y camina.