Maravillosa brota el agua de las entrañas de la tierra desde la cima del páramo, la cuna del silencio que propaga el milagro de la vida en todo su esplendor. La neblina, agua condensada, choca con las múltiples formas y variedades de plantas que la procesan y unidireccionan hacia el gran recolector, el suelo, donde allí, versátil, viaja sobre piedras y rocas, dejando a su paso la creación de otras formas posibles de vida perceptibles e imperceptibles a simple vista.
¡El agua es origen y misticismo!
Texto: Daniela Ardila
Fotografía tomada en el Parque Natural Regional Vista Hermosa de Monquentiva en el marco del Programa Mensajeros de Vida y Conservación en el municipio de Guatavita- Vereda Carbonera Alta con el apoyo del Ministerio de Cultura PNCC y Conservación Internacional Colombia