El color como elemento primordial en la fotografía, refleja con el sepia la nostalgia por el recuerdo de una infancia vivida en un pueblito similar a Guasca; los jóvenes que me rodean y con quienes he trabajado en este proyecto, me hacen revivir las emociones de esos años de descubrimientos, de alegrías, de tristezas, de amores juveniles y de inocentes picardías. Cuando escucho sus historias me escucho a mí misma años atrás, confirmándome Quién soy y de Dónde vengo, gracias a ellos he fortalecido mi sentido de pertenencia y de identidad.
Y el girasol con su bello color amarillo transmite la esperanza frente a la vida, que pese al dolor, siempre florece.