Explosiones milenarias dieron paso a su vida. El viento calladamente azota su lomo, el derecho a sentir el rocío sin importar su pequeñez. Tan variada la vida en el inmenso páramo, todos los días y las noches son de cambio.
Texto: Daniela Ardila
Fotografías tomadas en diferentes zonas del Municipio de Guasca en el marco del Programa Mensajeros de Vida y Conservación que se implementa en este municipio con el apoyo del Ministerio de Cultura PNCC y Conservación Internacional Colombia