Es maravilloso entender y contemplar una obra que solo por medio del color azul nos abre un espectro inmenso de sensaciones. El azul en las obras de cianotipia nos lleva por un camino diverso en el que nos encontramos con extremos opuestos, desde la quietud, paz y serenidad, hasta la calidez, fuerza y movimiento. Los alcances de un solo color son infinitos, así como lo es la subjetividad del espectador cuando se enfrenta a la obra fotográfica; existen tantas aproximaciones a las obras como humanos en el mundo.
Para algunos, las tonalidades del azul más oscuro se relacionan con un toque de tristeza y melancolía, mientras que los azules más claros conducen a paisajes de cielos costeros y vientos constantes. Cada persona percibe el color con sus sentidos, pero le da significado a través de recuerdos y experiencias vividas. Lo hermoso de la contemplación artística es que en el espectador no se agotan las posibilidades de experiencia: se puede volver una y otra vez sobre el mismo libro y otorgarle en cada una de estas lecturas un sentimiento diferente.
Texto escrito por Maria Camila Sarmiento para el libro de la Fundación Arts Collegium, El azul de las intenciones.
Mensajeros de Vida y Conservación se realiza en Guasca con el apoyo del Ministerio de Cultura Programa Nacional de Concertación y Conservación Internacional Colombia:
