La historia detrás del rostro de Cristela Rodríguez
El río Chipatá se desplaza constantemente visitando varios hogares de Guasca. Los habitantes de veredas como Santa Ana son consentidos por estas aguas cristalinas que no solo abastecen sus casas sino que les ofrecen vida; árboles, arbustos, aves, insectos ¡Vida!
En su constante recorrido llega también al sector Floresta 2 gracias al acueducto veredal de Peña Negra. Una de las familias que recibe este importante recurso, el agua proveniente del río Chipatá, es la de Cristela Rodríguez.
A Cristela también la habita el río Chipatá
El fogón estaba prendido desde temprano. En el patio de la casa se extendían a lo largo de la mesa semillas de; frijol, maíz, quinua y otras variedades que recibía los primeros rayos de sol.
En la cocina está Cristela Rodríguez, preparándose para la llegada de la “tropa de estudiantes de Arts collegium” que la visitabamos con el fin de conocer su historia y relatarla a través de fotografías.
En su casa, que está muy cerca al pueblo en el sector Floresta 2 en Guasca, Cristela y su familia tienen varios proyectos andando y no resulta difícil sorprenderse con el valioso aporte de esta mujer oriunda de Guasca, que aunque desde muy pequeña quiso trabajar en el campo, hasta hace unos años pudo dedicarse de lleno a cultivar.
Desde hace unos años Cristela se dedica a sembrar quinua y otros alimentos, y emprendió un camino hacia el cuidado y la custodia de semillas de diferentes tipos de papa nativa y algunos otros tubérculos propios del altiplano y toda la zona andina latinoamericana.
Toda la familia de Cristela tienen una relación simbiótica que radica en el uso adecuado del agua proveniente del río Chipatá, el río los habita
Mensajeros de Vida y Conservación se realiza en Guasca con el apoyo del Ministerio de Cultura Programa Nacional de Concertación y Conservación Internacional Colombia: