Con su telaraña hecha cautelosa a un lado espera, una vez caída la presa de ella se apodera, succiona sus líquidos como si colmillos tuviera, la “pequeñita” tejedora es toda una hechicera.
Texto: Daniela Ardila
Fotografías tomadas en diferentes zonas del Municipio de Guasca en el marco del Programa Mensajeros de Vida y Conservación que se implementa en este municipio con el apoyo del Ministerio de Cultura PNCC y Conservación Internacional Colombia