Lágrima por el Rio Bogotá
Click – Juan Pablo Cortés
A veces comparto el sueño de ser libre como el lobo, caminar a su lado respetando su individualidad, rompiendo la rivalidad entre nosotros que solo deja sangre en el bosque; una guerra de odio sin tregua ni piedad, un miedo interno que redime nuestras pesadillas, que nos hace ver al lobo como un animal de sangre fría. Quizá nos aterrorice su rebeldía al yugo, el desdén de su fija mirada sobre ciertos ojos aborregados; la libertad de su trote que se aleja de nuestras cadenas… o los mil espectros de terror que nos devoran por dentro y necesitamos ponerle nombre: ¡Lobo!… Quizá algún día podamos apreciar sus rasgos amigables, sociables e inteligentes y no le pongamos precio a su cabeza. Los lobos se han convertido en animales tan amenazados que podrían desaparecer en un futuro próximo. ¡Detengamos la masacre de los lobos, aprendamos a sentir como lobo a escuchar a este ser que implora con gran fuerza su libertad a la luz de la luna.
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