Las hojas en forma de roseta, se abrazan con fuerza para no desaprovechar los regalos otorgados como valiosos tesoros desde las alturas y las penumbras: la luz, el agua y los nutrientes. En agradecimiento las plantas, como el pequeño cardoncillo, elevan sus hermosas flores hacia el cielo en forma de rezo y sus hojas secas hacia el suelo, devolviendo una pequeña parte de ellas y dando alimento a otras especies animales y/o vegetales.
¡El amor es reciprocidad!
Texto: Daniela Ardila
Fotografía tomada en el Parque Natural Regional Vista Hermosa de Monquentiva en el marco del Programa Mensajeros de Vida y Conservación en el municipio de Guatavita- Vereda Carbonera Alta con el apoyo del Ministerio de Cultura PNCC y Conservación Internacional Colombia